Françoise Nielly es una artista francesa, coqueta como pocas y poco dispuesta a decirnos su edad. Sólo sabremos de sus veinte años en el mundo del arte y cómo ese tiempo bien invertido la ha convertido en una consumada artista contemporánea. Ella vive en un mundo de imágenes que ha explorado en todos sus aspectos a lo largo de su vida adentrándose en la pintura, la fotografía, los bocetos, ilustraciones, y las obras generadas virtualmente por ordenador.
Gusta contar que su sentido del espacio y la profundidad lo ha heredado de su padre, que era arquitecto, pero tal vez no se aplique mucho en los planos cortos de sus obras. Creció en el sur de Francia, donde vivió entre Cannes y Saint-Tropez, nunca lejos de la luz, el color y el sentido de la atmósfera que impregna el sur de Francia. Esto va unido a sus estudios de Bellas Artes y Artes Decorativas y a su evidente sentido del humor y potente energía.
El trabajo de Françoise Nielly es expresivo, exhibiendo una enorme fuerza brutal y una fascinante potencia vital. Con sus imágenes se ha convertido en una artista que sintetiza sus creaciones en el impacto y la fuerza de la expresión de la imagen masculina y femenina. Sus trazos se asemejan a los ejecutados por la espátula agresiva y el pincel grueso con nervio y carácter, a fin de generar dinámicas propias que mezclan extrañas formas y tinturas ya que su principal característica es el uso de colores flúo, un vicio con maridaje en el arte moderno y su aplicación decorativa. Vitalidad y sensualidad, belleza humana de trazos duros, rostros masculinos y femeninos con tintes étnicos… La pintura de Nielly es exuberante y, sus retratos, están cargados de una mordaz sensualidad en la que solo podemos criticar el maniqueísmo del uso de facciones más cercanas a una tapa de Vogue que de un rostro normal tomado del ciudadano de la calle. Otra crítica podría darse en la utilización de modelos reiterados y de edades que sólo muestren su plenitud sexual y hacia que mercado están dirigidas sus obras.
El trabajo de Françoise Nielly es expresivo, exhibiendo una enorme fuerza brutal y una fascinante potencia vital. Con sus imágenes se ha convertido en una artista que sintetiza sus creaciones en el impacto y la fuerza de la expresión de la imagen masculina y femenina. Sus trazos se asemejan a los ejecutados por la espátula agresiva y el pincel grueso con nervio y carácter, a fin de generar dinámicas propias que mezclan extrañas formas y tinturas ya que su principal característica es el uso de colores flúo, un vicio con maridaje en el arte moderno y su aplicación decorativa. Vitalidad y sensualidad, belleza humana de trazos duros, rostros masculinos y femeninos con tintes étnicos… La pintura de Nielly es exuberante y, sus retratos, están cargados de una mordaz sensualidad en la que solo podemos criticar el maniqueísmo del uso de facciones más cercanas a una tapa de Vogue que de un rostro normal tomado del ciudadano de la calle. Otra crítica podría darse en la utilización de modelos reiterados y de edades que sólo muestren su plenitud sexual y hacia que mercado están dirigidas sus obras.
Las mismas tienden a ser de grandes dimensiones lo que les da un aspecto aún más demoledor y nos hace perder la perspectiva de su condición de objeto artístico de calidad o simple mueble decorativo moderno.
Françoise Nielly dice de sí misma que es una apasionada mujer que ama la vida, los espacios abiertos, el sushi, Internet, el humor, los libros, París, Nueva York y Vancouver, pero ciertamente nada de eso tiene que ver con el arte ni con la calidad de una obra.
Françoise Nielly dice de sí misma que es una apasionada mujer que ama la vida, los espacios abiertos, el sushi, Internet, el humor, los libros, París, Nueva York y Vancouver, pero ciertamente nada de eso tiene que ver con el arte ni con la calidad de una obra.
Resueltamente inscrita en su época, es una consumada artista o una artista de consumo, con 20 años de expresión artística como experiencia y una técnica repetida que explica la madurez de su trabajo y el perfecto dominio de su arte. Vive y pinta en París cerca de Montmartre, y muestra y vende su obra en Europa, en Canadá y en Estados Unidos.
Los invito a disfrutar de algunas obras con la luz apagada.
ST ST ST ST ST ST ST ST ST ST ST STST Como siempre les dejo un enlace al sitio de la artista donde en la sección Biografía podrán observar un video donde se la ve trabajar.
Espero lo hayan disfrutado.
Chau.
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